Intel está abandonando sus procesadores de 11a generación, pero no se asuste todavía

Intel está abandonando sus procesadores de 11a generación, pero no se asuste todavía

Intel ha revelado que planea detener la producción de sus procesadores de gama alta de once.ª generación, cuyo nombre en código es "Rocket Lake", como sus conjuntos de chips de las series cuatrocientos y quinientos.

No es un movimiento totalmente inesperado; Intel lanzó originalmente la línea de procesadores de escritorio de once.ª generación en el mes de marzo de dos mil veintiuno y desde ese momento ha pasado por dos generaciones, siendo el procesador insignia más reciente el potente Intel Core i9-13900K.

Si todavía usa un procesador precedente a la once.ª generación y está comenzando a preocuparse por la actualización, no entre en pavor. Intel ha confirmado que sus asociados comerciales van a deber efectuar los pedidos finales de los chips de once.ª generación ya antes del veinticinco de agosto de este año, con los envíos finales programados para el veintitres de febrero de dos mil veinticuatro. Por consiguiente, aunque posiblemente estén en el tajo, estos chips van a ser dando vueltas por un tiempo todavía.

Actualizaciones, gente, actualizaciones

Si aún está considerando actualizar, esta nueva no debería importarle mucho de todos modos, si bien naturalmente son un tanto más costosos, los procesadores Intel Core de doce.ª y trece.ª generación son la opción obvia acá para aquellos que procuran un nuevo procesador.

Los chips de doce.ª generación son ciertos de los mejores procesadores que existen y habrían de ser un tanto más accesibles ahora que ha llegado la nueva trece.ª generación. Una gran parte del motivo del gran salto en el desempeño entre los procesadores Rocket Lake y los procesadores Alder Lake de doce.ª generación se debe a la microarquitectura central reelaborada de Intel, que Team Blue llama "big.LITTLE".

Lo que significa big.LITTLE es que los núcleos de la CPU se dividen en dos variaciones, núcleos de desempeño y eficacia. Los núcleos P manejan su carga de trabajo primordial, por poner un ejemplo, ejecutar software de renderizado o jugar un juego, al tiempo que los núcleos E se encargan de los procesos en segundo plano a fin de que su sistema funcione sin inconvenientes.

En resumen, cualquiera que busque actualizarse a un procesador Intel más nuevo debería, indudablemente, decantarse por un chip de doce.ª generación o siguiente que utilice esta arquitectura big.LITTLE. La relación coste-desempeño de estos procesadores es increíble en comparación con las generaciones precedentes, lo bastante para dejar fuera del agua a ciertos de los mejores procesadores AMD.

Tenga en cuenta que estos procesadores Rocket Lake que deben descontinuarse son particularmente aquellos construidos en el proceso de 14nm de Intel; no los chips "Tiger Lake" de once.ª generación para portátiles y tabletas, que usan el proceso de diez nm.

Esto quiere decir que, aunque probablemente no veamos ninguna computadora portátil nueva de once.a generación lanzada el año próximo, solo los usuarios de computadoras de escritorio se ven perjudicados por la resolución de Intel ahora. Si todavía tiene una placa madre LGA-mil doscientos, podría ser el instante de estimar una actualización a fin de que su PC sea compatible con los nuevos procesadores Intel de doce.ª y trece.ª generación.